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Pomada rectal está dirigido al tratamiento de los síntomas asociados a la enfermedad hemorroidal y sus complicaciones (por ejemplo: eczema, fisura anal).
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Pomada rectal está dirigido al tratamiento de los síntomas asociados a la enfermedad hemorroidal y sus complicaciones (por ejemplo: eczema, fisura anal).
Cubre y protege la epidermis, y proporciona cuidado de la piel con picor e inflamación, ayudando a favorecer la regeneración de la piel.
Disminuye la sequedad de la piel, lo que ayuda a la cicatrización de la heridas, y reduce el riesgo de fisura y el daño causado al defecar.
La pomada debe depositarse alrededor del ano, preferiblemente después de la defecación o de un baño de asiento, o introducirse, con ayuda del aplicador, una pequeña cantidad de la pomada (del tamaño de un guisante) en el recto.
Se recomienda utilizar la pomada una o dos veces al día.